Torbellinos y Vortex.

El medidor de caudal por torbellino se basa en la determinación de la frecuencia del torbellino producido por una hélice estática situada dentro de la tubería por la cual pasa el fluido (líquido o gas). La frecuencia del torbellino es proporcional a la velocidad del fluido.

La detección de la frecuencia se puede lograr de varias formas:
• Con sensores que detectan los picos de presión en el lado contrario del torbellino;
• con una termistancia de muy baja inercia térmica que sigue los efectos de refrigeración del torbellino generado por el gas;
• mediante un condensador de capacidad variable, función de la deformación de un diafragma (placa) ante las ondas de presión del torbellino;
• a través de la aplicación de un haz de ultrasonidos perpendicularmente al torbellino, midiendo el tiempo de transito del haz desde el transmisor al receptor.

Ventajas:
• Adecuados para gases, vapores y líquidos.
• Amplia capacidad de rango de flujo (50:1).
• Mantenimiento mínimo.
• Buena exactitud y repetibilidad.

Desventajas:
• No sirve para fluidos viscosos sucios.
• Limitaciones de tamaño de tubería (<> 10000).
• Instalación debe ser en tubería recta, con el medidor perfectamente alineado.
• Precisión del instrumento es de 0.2% del caudal medido, por lo que el error porcentual se hace mayor cuanto más bajo es el caudal.

Los instrumentos de vortex son parecidos al de torbellino exceptuando que están
basados en el efecto Von Karman. Cuando un fluido fluye por un cuerpo en forma de cono se generan alternativamente vórtices (áreas de baja presión y estabilidad) por los lados de este cuerpo. La frecuencia de estos vórtices es directamente proporcional a la velocidad, y por tanto, al caudal.